ORDEN DEL DÍA DEL PROYECTO DE RATIFICACIÓN DEL
TRATADO DE ESCAZÚ
Introducción
ESTAMOS DANDO MECANISMOS PARA DERECHOS PROTECTORIOS.
Estamos ante un acuerdo que viene a proponer distintos
mecanismos plenamente operativos, para lograr equilibrar una
situación desigual. Estamos, sin dudas, ante un derecho protectorio.
El objetivo que busca el acuerdo es hacer que esa relación
desequilibrada entre las partes, se incline un poco más a favor de la
parte débil, al acercarle herramientas y conocimientos básicos que le
faltan, para poder defender sus objetivos.
Todas las características y las situaciones que intenta ajustar este
acuerdo, son comunes a los demás derechos protectorios (el derecho
laboral, el derecho del consumidor, el derecho administrativo o
el penal). Tenemos dos partes: una tiene el poder (y con eso el
conocimiento) y la otra intenta defenderse (en este caso, las personas
para lograr proteger el bien común más básico, el medio ambiente).
SEAMOS TALIBANES
En esta situación, todo lo que podamos hacer es poco. No nos
asustemos con pasarnos, no nos detengamos por detalles. La realidad
nos muestra una y otra vez el desequilibrio entre los que se llevan
puesto al ambiente, y los que pretenden defenderlo. La asimetría es
clarita: de un lado tenemos lo mismo de siempre: poder, conocimiento
y profesionalidad, la legitimidad que da el dinero y el peso propio,
influencia política, organización, recursos, fuerza para imponerse
por sí mismo. Del otro tenemos, con suerte, una ciudadanía que se
mueve por sus propios ideales, que tiene que organizarse de cero casi
en cada caso concreto, que tiene que juntar sus fondos de sus propios
bolsillos, falta de información precisa, falta de legitimación (no se
les cree, se los tilda de agitadores), falta de mecanismos efectivos y
necesidad de recurrir al estado (para que el poder judicial actúe, para
que la administración detenga la contaminación).
LA RELACIÓN CON EL DERECHO DEL CONSUMIDOR
Es la misma situación que en el derecho del consumidor, tan es así
que el propio acuerdo apunta a la información ambiental en los
productos. La contaminación, en nuestra economía moderna, es
contaminación por motivos económicos. Siempre. Son los modelos
de producción impuestos por el mercado. Estamos luchando contra
eso, desde una visión ambiental y desde una visión de protección
de los consumidores y trabajadores. La lucha es una. Las similitudes
están en todas partes.
Faltan muchísimos derechos en esta situación tan despareja, para
que estemos ante un equilibrio. Y quiero que esto se entienda, porque
ahora estamos discutiendo otras leyes, como la de humedales, y lo
vemos en cada situación cuando hay un desequilibrio estructural.
Miren, constantemente algunos hablan de lo vetusto de los derechos
laborales, de lo oprimidas que estarían las empresas y tantas otras
cosas, pero luego de 100 años de reivindicaciones y lucha de los
trabajadores (que son el norte en muchos sentidos para todos los que
defendemos derechos protectorios), seguimos teniendo explotación,
trabajo en negro, precarización laboral en el estado y afuera, trabajo
esclavo y tantas otras cosas. Hay que acompañar este acuerdo,
tenemos que acompañar todas las normas que permitan equilibrar
las situaciones de poder que se dan en nuestra sociedad moderna,
porque del otro lado, del lado de los fuertes, está el principal eje de
poder en nuestra sociedad actual: el dinero.
LO QUE FALTA
Vamos a acompañar sin dudas. Estas y otras normas que empujen a los
que defienden consumidores, trabajadores, defensores ambientales
y tantos otros grupos que están del lado del que nada tiene que
perder, más que sus ideales.
NOS CORREN LOS CAÑONES
Pero quiero marcar lo que nos falta, que es la mayoría. Tenemos
conciencia en muchas cosas ambientales. La idea ya caló por suerte.
Pero hay un trabajo importante de muchos sectores, los que están del
lado fuerte de la relación, para licuar qué es proteger al ambiente, y
para donde se apuntan los cañones. Esta estrategia de aceptar e inflar
una reivindicación, pero correr los cañones del centro, la conocemos
todos los que luchamos por la justicia. La vemos todos los días. Les
voy a dar un ejemplo de la lucha que me trajo acá, la de la protección
de los consumidores, frente a los proveedores. En ese caso, en donde
tocamos el bolsillo de los fuertes sin tapujos, se acepta (aunque a
regañadientes) que hay que defender a los consumidores (hasta las
empresas lo aceptan esto eh). Pero ¿Cómo? Y ahí está la trampa. Nos
ponen discusiones sobre cartelería, sobre el precio del tomate, sobre
cositas. Pero el elefante nos pasa por enfrente. Vayan a cualquier
juzgado civil y comercial del país y vean cuántas causas son por temas
de seguros ¿Cuándo fue la última vez que se discutió en este país
la ley de seguros? ¿y la responsabilidad directa de la empresa de
seguros? Como ese tema, tenemos cantidad. Nos corren los cañones.
Quiero marcar, como acá, en este acuerdo, también nos corren un
poco los cañones.
¿Y LA INFORMACIÓN DE LOS PRIVADOS?
Fíjense que se habla de la información pública. Pero ¿quiénes tienen
que dar la información? El estado. Los casos que alcanzan a terceros
están acotadísimos. ¿Y quién cree que tiene la información sobre
afectaciones ambientales en una economía de mercado que se mueve
por la empresa privada? Los privados señor presidente. Nos corrieron
el arco. Le cargan el problema ambiental al estado, y los privados
veremos si indirectamente los hacemos cargos. En esta ecuación, y en
nuestro sistema de protección de los derechos humanos, claramente
el estado es un actor central. De eso no hay duda. Pero los privados
son sujetos de los tratados internacionales hace mucho tiempo, al
igual que de los derechos constitucionales hace aun más. Nadie duda
de esto cuando se proponen acuerdo de comercio, en donde entran
todos. Pero acá los dejan afuera casualmente.
PASA EL TIEMPO Y NADA CAMBIA
El enfoque es importante en estos temas, porque si nos quedamos en
cada cosa que pasa, nos perdemos. No nos damos cuenta cómo pasa
el tiempo y de a poco, se distorsionan los temas, para cambiar, solo
para no cambiar nada. Esto es algo que me preocupa, porque pasa el
tiempo, y no vemos avances significativos en el sentido correcto. Y en
esto, el tiempo no es infinito. Los daños al ambiente los vemos todos
los días. Las diferencias en nuestras comunidades no son de hace
200 años eh, son de hace unos años. No está habiendo tratamiento
de los residuos cloacales en gran parte del país. Se contamina en la
explotación minera sin tapujos. Los cursos de agua están destruidos,
y en lugar de ser un sustento de vida, son un foco de infección.
EJEMPLOS DE MENDOZA
Quiero dar algunos ejemplos de mi provincia nada mas, para que se
entienda.
Pozos que dan a la laguna, el corte del agua en la represa en donde
hubo pedido de información y aun no se sabe nada. El intento de
modificación de la Ley 7722.
No nos tenemos que dejar perder o confundir.
EL ELEFANTE QUE FALTA: LAS ACCIONES COLECTIVAS
Pero quiero cerrar, marcando otro elefante que se nos pasa, y que
sigue el mismo norte que este convenio que estamos discutiendo y
espero aprobando, hoy.
Las acciones colectivas…
Desde que estoy en este congreso estoy luchando por este
tema. Tuvimos la oportunidad de tratar en este mismo recinto un
proyecto de acciones colectivas y el pleno prefirió no dar quorum
inmediatamente. Se nos va el elefante.
La información es el primer paso en defender a cualquiera en una
situación desigual. Pero ¿cuál se creen que es el segundo paso? ¿A
quién le vamos a vender que porque la información esté, entonces
el poderoso, que lucra usualmente de manera colosal con todo el
sistema, porque se haga público algo, va a dejar de hacerlo? ¿Acaso
el estado alguna vez dejó de hacer algo porque se hiciera público?
El acceso a la información, es el requisito para terminar en la
justicia y en la acción en las calles en estos derechos. Nadie puede
confundirse. Los trabajadores pueden muchas veces parar una
producción, porque están adentro y porque los intereses los tocan
directamente. Pero los que defienden el ambiente, muchas veces
son un puñado, el interés está más lejos y no pueden frenar desde
adentro nada. Están afuera, defendiendo los derechos de todos. Van
a terminar en la justicia.
Si no les damos una ley para que puedan defender los derechos
comunes. Si no les damos seguridades para que hacerlo no les implique
perder sus propios bienes (cosa que, por ejemplo, ha intentado en
el gobierno de la ciudad de buenos aires, al demandar a una ONG
ambiental por decenas de millones de pesos por frenar una obra de
subte sin autorización ambiental), si no les damos una herramienta
judicial eficaz, simple y abarcativa, entonces no nos importa el tema.
Sin una ley de acciones colectivas, no podemos defender estos
derechos señor presidente.
CIERRE
Lo que aprobamos hoy es un paso más. Uno de muchos. Pero no
estamos para festejar, la situación es gravísima a nivel mundial. El
eje sigue estando corrido. Los problemas ambientales no son temas
anecdóticos. No son temas que los vayamos a arreglar con pajitas de
cartón o no tirando el papelito en el piso. Nos quieren correr el arco.
Los problemas ambientales tocan el corazón de la economía moderna.
Los que tienen el poder, e imponen el modelo, no lo van a entregar
sin luchar, ni en argentina, ni en ningún lugar del mundo. Si queremos
avanzar, tenemos que dar las discusiones que no se quieren dar.
Avanzar a una economía circular, al consumo sustentable, a garantías de
productos mucho más largas, a una economía de reparación y durable,
a necesidades verdaderas básicas y no a consumismo estúpido.
No hay que caen en discursos simplistas. Hacerlo, es aceptar que
no vamos a hacer nada. Sacarnos la fotito e irnos a nuestras casas
contentos porque estamos salvando el mundo, de a una foto a la vez.
Es casi imposible que alguien con poder en el mundo actual, vaya
a estar a favor de estas reivindicaciones, porque lograrlas, es perder
ese poder.
Si tenemos la información, hacemos el reclamo, terminamos
enjuicio y no logramos una respuesta, estamos perdidos. Tenemos
que dejar de hacer qué hacemos, y activar todos los mecanismos,
los políticos, los judiciales y los legislativos, para lograr torcer este
destino que nos imponen desde las decisiones a corto plazo, con un
único norte: la riqueza de hoy.